Siguiendo con el relato que comenzamos aquí, hoy cerramos el ciclo por el que nuestra pequeña padawan ha pasado por el momento con el tema de la alimentación. Antes de nada nos gustaría recalcar que como bien nos habéis comentado en el otro post, cada uno hace lo que puede o le dejan estos miniseres, nada es mejor ni peor, simplemente ponemos lo que hemos vivido por si a alguien le puede servir o simplemente por contar nuestras historias como siempre.
Tras unos 3 meses en la segunda etapa, sobre los 11 meses fue cuando empezó a mostrar algo de interés por la comida. Sobre esta edad a la abuela le dio por probar un día si volvía a comer papilla (el escepticismo por el baby-led guarring por su parte era total), de manera que la padawan nos sorprendió y comió dándole en el rodalillo del gusto a la abuela y dejándonos con el culo al aire. Aquí fue donde flaqueamos, veíamos que ella sólo quería jugar y jugar con la comida, abanicar el pollo era su hobby favorito, lanzarlo por el precipicio de la trona se le daba de muerte y hacer el parabrisas en la bandeja era su experiencia religiosa. Aún así seguimos insistiendo, porque si ella es cabezona, sus padres más y por partida doble (o triple si veis el cabezo de Mr. P).
Aunque la atracción por la comida no fuera tan inmediata, sí que fuimos notando que su capacidad para agarrar cosas mejoró muchísimo rápidamente. Aprendió a manejar sus dedillos a base de coger trozos y tirarlos por el hueco de la trona y la mesa, deporte nacional en casa y además empezamos a notar que la comida ya se movía por su boca y masticaba sin atragantamientos.
Rutina de trabajo: mañana - pecho antes de irme a trabajar y desayuno de fruta con la abuela, comida - papilla dada por la abuela y pecho a mi vuelta, tarde y noche - empezamos a dejar poco a poco el sacaleches y a a darle de nuestras cenas.
Rutina de fin de semana: igual que etapa anterior, comida entera, en alguna salida le dimos papillas por asegurar que teníamos algo.
Alrededor del año y poco fue cuando la vimos despegar comiendo de todo lo que caía en la mesa, lo cual no quiere decir que se lo comiera. Nosotros le ofrecíamos algo, ella lo probaba y si no le gustaba... "pa ti", eso sí, como le gustara allí que la tenías con ojillos de cordero pidiendo "máh, máh". Otras veces ni siquiera cogía lo que le ofrecíamos, así que no insistíamos, le dábamos otra cosa o nada. Así hemos seguido hasta la actualidad, aunque ahora le gusta pinchar con el tenedor cuando puede, así que le hacemos trozos y le vamos dejando que coma ella, a veces pincha y otras se harta y tira de mano.
En cuanto a comida, ya no nos cortamos, lo que haya para nosotros hay para ella, siempre con un poco de cabeza intentando quitar cosas muy saladas y picantes pero básicamente hay de todo: lentejas, pollo asado, cocido, pisto, pasta con gambas y calamares…lo que es dieta frikeriza XD
Rutina de trabajo: mañana - igual que en etapa anterior pero a mi vuelta de trabajo ya no quiere pecho, lo deja para después de la siesta o por la noche. Merienda y cena - comida normal y antes de dormir pecho.
Rutina de fin de semana: desayuna pecho y luego algo con nosotros. Comida, merienda y cena normal y después algo de pecho de postre si quiere.
Aún hoy recordamos con los abuelos la tabarra que nos dieron y la de veces que nos dijeron aquello de "claro, si le das pecho normal que la muchacha no quiera papilla". Nos miraban como si estuviéramos locos pretendiendo que la criatura comiera algo entero con lo pequeña que era. Puede que no comiera entonces y jugara mucho, pero ahora da gusto verla y hemos conseguido que los abuelos nos den la razón con estos "nuevos métodos de ahora" como dicen ellos. Esperamos que la cosa siga así.
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Menudo cachopo que se va a meter la tia |
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Me gusta hasta la cuerda del fuet |
Aunque la atracción por la comida no fuera tan inmediata, sí que fuimos notando que su capacidad para agarrar cosas mejoró muchísimo rápidamente. Aprendió a manejar sus dedillos a base de coger trozos y tirarlos por el hueco de la trona y la mesa, deporte nacional en casa y además empezamos a notar que la comida ya se movía por su boca y masticaba sin atragantamientos.
Rutina de trabajo: mañana - pecho antes de irme a trabajar y desayuno de fruta con la abuela, comida - papilla dada por la abuela y pecho a mi vuelta, tarde y noche - empezamos a dejar poco a poco el sacaleches y a a darle de nuestras cenas.
Rutina de fin de semana: igual que etapa anterior, comida entera, en alguna salida le dimos papillas por asegurar que teníamos algo.
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El sable-tenedor me mola más |
En cuanto a comida, ya no nos cortamos, lo que haya para nosotros hay para ella, siempre con un poco de cabeza intentando quitar cosas muy saladas y picantes pero básicamente hay de todo: lentejas, pollo asado, cocido, pisto, pasta con gambas y calamares…lo que es dieta frikeriza XD
Rutina de trabajo: mañana - igual que en etapa anterior pero a mi vuelta de trabajo ya no quiere pecho, lo deja para después de la siesta o por la noche. Merienda y cena - comida normal y antes de dormir pecho.
Rutina de fin de semana: desayuna pecho y luego algo con nosotros. Comida, merienda y cena normal y después algo de pecho de postre si quiere.
Aún hoy recordamos con los abuelos la tabarra que nos dieron y la de veces que nos dijeron aquello de "claro, si le das pecho normal que la muchacha no quiera papilla". Nos miraban como si estuviéramos locos pretendiendo que la criatura comiera algo entero con lo pequeña que era. Puede que no comiera entonces y jugara mucho, pero ahora da gusto verla y hemos conseguido que los abuelos nos den la razón con estos "nuevos métodos de ahora" como dicen ellos. Esperamos que la cosa siga así.